Siglo XVIII, 1770, El matrimonio Jijonenco formado por Bautista Sirvent y Tecla Carbonell emprendedores, trabajadores y conociendo bien su oficio ponen en funcionamiento esta pequeña factoría artesana de turrón. Poco podían imaginar por aquellos tiempos que la empresa desarrollaría su actividad durante tanto tiempo, pasando por Ocho generaciones y llegando hasta nuestros días. No obstante el empeño de sus descendientes ha sido seguir sus pasos y mantener la tradición, seleccionando las mejores materias primas y cuidando con gran esmero sus ingredientes y los procesos de elaboración. Ésta ha sido la clave para que haya llegado hasta nuestros días un dulce con nombre propio. Hijos de Manuel Picó, "El Turrón de Toda La Vida".
Hoy por hoy, sus sucesores, siguen elaborando artesanalmente este producto tan tradicional como es el turrón, en sus distintas variedades y con una selecta pastelería que, con gran satisfacción y generación tras generación , siguen fieles a sus clientes manteniendo la calidad y el respeto por ofrecer posiblemente los mejores turrones y sus derivados de Jijona.
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